Noticias El periodista de Rumbos espera en el living del hotel. El Chaqueño Palavecino está a unos veinte metros de distancia, parado frente a un gran espejo del salón de actos. Se acerca y se aleja con la mirada fija en su geografía corporal. Se acomoda la pañoleta de su cuello con el nudo hacia un costado. Retoca el sombrero para que el ala le produzca la sombra justa en su rostro. Se sube la bombacha gauchesca, se mira de frente, ahora de perfil y de espaldas torciendo el cuello. Verano es tiempo de festivales. El momento del año en que el Chaqueño Palavecino toma por asalto las noches de la Argentina interior. Dice que sus shows mueven como las “misas ricoteras” del Indio Solari. Habla de cuánto le importa su imagen y afirma, entre risas, que no le da pudor ser “el metrosexual del folclore”. Distendida charla con el cantor del Chaco salteño.
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