Hoy me depilé. Y cada vez que me depilo siento lo mismo: hubiese querido nacer varón. Envidio a mis dos hermanos y a todos los hombres que tienen la libertad de optar dejar sus vellos intactos. Es un dolor intenso y, a los fines prácticos, tan innecesario y poco natural que la costumbre hecha acto se me aparece como un gran símbolo de las desigualdades entre hombres y mujeres.
La depilación es un dolor intenso y, a los fines prácticos, tan innecesario y poco natural que la costumbre hecha acto aparece como un gran símbolo de las desigualdades entre hombres y mujeres.
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