Pese a ello, Boudou continúa en su cargo institucional, con funciones acotadas a lo protocolar, por orden de Cristina Fernández, aunque últimamente hubo más de una señal de la decisión de la Presidenta de ir colocándolo definitivamente al borde del abismo judicial.
La decisión de un fiscal federal de impulsar la investigación por presuntas contrataciones irregulares contra el vicepresidente de la Nación parecería a estas alturas no ser motivo de sorpresa. Sobre Amado Boudou pesan ya dos procesamientos: por presunto cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con su cargo por la presunta compra irregular de la ex imprenta de papel moneda Ciccone cuando era ministro de Economía y por la presunta falsificación de la documentación de un automóvil de su propiedad.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1EbnN45