Mundo Hace seis días, el pueblo de Santa María de Punilla, 59 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, se paralizó por el espanto. Del patio de una vivienda era desenterrado el dueño de casa, Juan Carlos Medina, un exguardiacárcel de 61 años. Estaba envuelto en una frazada. Ese día, su esposa quedó detenida por el crimen. Carlos Medina, el hombre cuyo cadáver fue hallado enterrado, había sido estrangulado con un cinto de su esposa. Sospechan que su mujer, presa e imputada, lo sedó antes de matarlo. Existían denuncias cruzadas por violencia doméstica. Descreen actuación de un tercero.
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