El pequeño Lisandro, de apenas 2 años, no sabía nada de esto. Sentado en su sillita y bien sujeto en el auto de sus padres, la criatura murió luego de que un delincuente –que huía de la Policía– embistió el coche que, a su vez, terminó estrellado contra una columna.
En Córdoba, te puede matar cualquier vehículo que te atropella, un disparo durante un asalto, el ladrillo que se cae de una obra, un cartel mal colocado, una boca de tormenta mal puesta, un poste electrificado, una explosión en un predio sin seguridad, una pedrada lanzada por una banda. Y también te puede matar un ladrón que, enajenado, escapa en un bólido a toda velocidad tras un robo.
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