El nuevo mandato de Dilma Rouseff como presidenta de Brasil arranca con unos retos. Las materias primas no van a subir, el dólar se va a fortalecer y los inversores tienen dudas.
El gasto público deberá ser recortado, y está pendiente de ver si la presidenta brasileña podrá controlar la inflación, el gasto público e impulsar la competitividad. Esto influirá de forma importante en que el resto de Sudamérica puede crecer durante más año en torno al 3 ó 4 por ciento.
Análisis de Fernando Fernández, profesor de la IE Business School, tras el triunfo de Dilma Rousseff.
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