Opinión Si algo quedó claro tras el derrumbe de 2001, es que necesitábamos más que nunca de la política para encontrar un nuevo camino. “La gente se va encontrando en la vida, discute, se pelea, sin darse cuenta de que se interpelan de lejos los unos a los otros, cada cual desde un observatorio situado en distinto lugar en el tiempo”. Las palabras son de Ramón, uno de los personajes de la nueva novela de Milan Kundera, La fiesta de la insignificancia .
Contenido extraido de: http://ift.tt/1vN7C4V
Contenido extraido de: http://ift.tt/1vN7C4V