Mundo Agencia EFE Manila. El papa Francisco afrontó ayer una tormenta tropical pero mantuvo todos sus actos para poder estar cerca y consolar en Tacloban, en la isla de Leyte, a los sobrevivientes del tifón Yolanda, que en noviembre de 2014 arrasó Filipinas. A pesar de que sabía de la tormenta tropical Mejala se abatiría sobre la localidad, una de las más afectadas por el tifón más potente de la historia y que causó más de ocho mil muertos, Francisco insistió en que “tenía que ir de cualquier manera”. En medio de una fuerte lluvia, Francisco visitó en Tacloban a sobrevivientes del tifón que el año pasado arrasó Filipinas. Se vio obligadoa acortar su estadía.
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