domingo, 25 de enero de 2015

Una reflexión

Política Me disponía a enviar mis anotaciones, corregidas una y otra vez, sobre lo ocurrido en París cuando sucedió lo de Nisman. Abandoné estas anotaciones y comencé a esbozar una reflexión sobre lo que significaba, para nosotros, los argentinos, la desaparición del fiscal. En eso estuve antes de ayer y ayer, cuando de pronto me detuve. Me pregunté qué estaba haciendo. Me pregunté qué quería decir esto de saltar de atrocidad en atrocidad tratando de conciliar el horror y la vigencia de un comentario periodístico. Santiago Kovadloff* Nisman encarna al hombre argentino que quiso y quiere conocer la verdad. Nisman está muerto. Y nosotros, sin duda y en parte, muertos con él. Pero en parte, también, vivos.



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