Sucesos A pesar de la nula difusión por parte de las autoridades policiales en sus partes diarios, los secuestros virtuales siguen a la orden del día y ahora parecen tener como blanco predilecto a aquellas personas que viven en urbanizaciones cerradas. Ahorafue en la urbanización La Estanzuela, de La Calera, donde una empleada pagó con joyas y otros objetos de valor por el “rapto” de su patrón. El lunes hubo otro caso en el country El Bosque.
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