jueves, 12 de marzo de 2015

Retrato de Julio Paz: el asombro permanente

Ciudad Equis Alejandro Mareco Era un charquito junto a la vereda; eso nomás: un poco de agua turbia que se quedaba despierta y sola después de la lluvia. Pero en el infinito asombro de los ojos de niño, allí cabía un mar, un cosmos o, al menos, un racimo de vida. Integrante del dúo Coplanacu, el cantor y bombisto también tiene una vocación de pintor que el sábado saldrá a la luz. Las sensaciones de magia y misterio de la niñez en medio del paisaje santiagueño marcaron su doble condición de artista.



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