Política Una medida antipática por donde se la mire, denunciada de “gran negociado” por los opositores y puesta en marcha en medio de la campaña electoral no podía tener otro desenlace que el fracaso. El grabado indeleble de autopa rtes, que fue suspendido ayer cuatro horas después de ponerse en funcionamiento, abre ahora un capítulo legal entre la concesionaria, Grababus SRL, y el Estado provincial por un contrato cuya facturación anual iba a llegar, como mínimo, a los 137 millones de pesos. Proyectado a cinco años, lo que dura el contrato, la suma asciende a 685 millones de pesos. El gobernador De la Sota resolvió suspender el convenio por el grabado de autopartes. El próximo gobierno deberá resolver la situación con la empresa.
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