Mundo Agencia EFE Brasilia. La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, mantuvo silencio ayer frente al agravamiento del escándalo de corrupción en Petrobras con la detención del ahora extesorero de su partido, João Vaccari Neto, un arresto que acerca el caso al palacio presidencial. Vaccari, acusado de corrupción, asociación ilícita y lavado de dinero, permanecía en libertad, pero fue detenido el miércoles debido a que la policía temía que pudiera obstaculizar la investigación. Vaccari Neto, acusado por corrupción, asociación ilícita y lavado de dinero, considera que su arresto es una injusticia. Oposición pide investigar al BNDES.
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