Cuando su hija se fue de este mundo, hace ya casi cuatro años, juró que no iba a producir nunca más. Creyó que no podía volver a parir unas chiquititas, pasar otro verano del 98, comerse el mundo como una rebelde way, hacer florecer una floricienta. Pero un día iba por la calle y sintió una presencia, una aliada, y entonces volvió a escribir.
Han pasado casi cuatro años de la pérdida de su hija Romina. La “señora éxito” de la TV estuvo a punto de dejar todo para siempre, pero la pulsión por la vida pudo más y volvió para conquistar las pantallas con Aliados, su nueva criatura. Una charla exclusiva con Rumbos, llena de emociones, sonrisas y un recuerdo que la acompaña y la guía por donde sea que vaya.
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