Rosana Guerra (Especial)
¿Cuántas veces en la vida nuestras emociones nos han conducido a situaciones incómodas? Un examen, una discusión de pareja o con un amigo, una clase aburrida, el recuerdo de un evento triste, pueden generar una activación emocional automática y sin el control voluntario de la persona. ¿Es conveniente aprender a regularlas, es saludable, o su intento de controlarlas llevaría a perder espontaneidad?
¿Asociarlas con una forma de inteligencia es válido? Si bien hay corrientes que admiten la posibilidad de conocerlas e identificarlas, se cuestiona la posibilidad de dominarlas.
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