El lunes se conoció que el juez Civil y Comercial de 7ª Nominación Saúl Silvestre había declarado la quiebra de la financiera Cordubensis (CBI), pero a las pocas horas quedó flotando en el aire que los acreedores que habían solicitado esa medida habían obtenido una “victoria a lo Pirro” (se dice así cuando un triunfo puede ser desfavorable), estéril, ya que no se conocen bienes tangibles para liquidar, tal como lo ha dispuesto el magistrado provincial.
El abogado Nayi quiere que Rodrigo y otros miembros respondan con su patrimonio, al igual que otros empresarios no relacionados.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1o4JjNQ