A fines de mayo de 1973, el entonces gobernador de la provincia de Córdoba, Ricardo Obregón Cano, fijó precios máximos para la venta de carne vacuna de los abastecedores mayoristas a los carniceros. Esto trajo como consecuencia que los frigoríficos cordobeses –en su mayoría agrupados en la Cooperativa Obrera de la Industria de la Carne– se vieran obligados a pagar menos por el precio de la hacienda vacuna en pie.
Néstor Roulet*
Esta gran carga ideológica, con falta de respeto a la propiedad privada, los impulsa hoy a presentar otro proyecto de Ley de Abastecimiento que nos pone en otra encrucijada institucional.
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