El misterio llamado Marcelo Arias se suma a una serie de muertes demasiado dudosas que hubo en los últimos tiempos en la provincia y que la Justicia no ha logrado, hasta ahora, descifrar por completo.
La mente humana es un laberinto lleno de bifurcaciones. Es difícil dimensionar cuál es la actitud “normal” de alguien que piensa quitarse la vida.
Sin embargo, cuesta creer que el ingeniero Marcelo Arias haya ido a trabajar, esperara ser atendido sin éxito en Ecogas y hasta pidiera el ticket del taxi para rendirlo después, mientras pensaba en que ese día iba a arrojarse de un puente para poner fin a su existencia.
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