Los sucesos en el barrio Las Delicias, de Río Cuarto pusieron en carne viva el viejo recelo hacia el extranjero.
No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,
mejor saber adónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.
Los hombres no hemos brotado del suelo como plantas, sino que hemos llegado, siempre hemos llegado desde algún impreciso punto de partida, cuando echamos a andar como especie por el planeta.
Trepados al aire sobre dos piernas, nuestra capacidad para dejar atrás las condiciones del paisaje original ha sido la llave para abrirnos caminos en el mundo, y una de las claves del éxito de la humanidad.
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