jueves, 6 de noviembre de 2014

John Waters, el rey del mal gusto





Con una sola escena se convirtió en uno de los directores más irreverentes de la historia del cine, en el rey total del mal gusto y lo bizarro o, como dijo William Burroughs, en el “pontífice del trash”: la gigante drag queen Divine masticó excremento de perro en Pink flamingos (1972) y ya nada volvió a ser lo mismo para John Waters (Estados









El director de Pink flamingos, maestro de la irreverencia, es famoso por sus comedias sucias y provocadoras. En su libro Carsick, recién traducido, narra un alocado viaje a dedo por Estados Unidos y repasa las claves de su mundo bizarro. En una entrevista con Ciudad X, dice que lo más peligroso es quedarse en casa.









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