Opinión En enero de 2014, las Sierras Chicas eran noticia en los medios; pero no por las lluvias, sino por la sequía que afectaba a miles de personas. Hoy, a sólo 13 meses, vivimos un panorama diametralmente opuesto. El primer análisis que se hace de estos eventos es simplista: no llueve o llueve mucho. Sin embargo, las herramientas y la información que disponemos como investigadores nos llevan a realizar análisis un poco más complejos. Y allí la historia no es tan sencilla. Diego Gurvich y Federico Kopta* Nuestras sierras, en particular, están experimentando un aumento desmedido de urbanizaciones que no responden, en su gran mayoría, a necesidades habitacionales.
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