lunes, 23 de febrero de 2015

Relaciones histéricas

Editorial El vergonzoso episodio diplomático protagonizado por la Cancillería, al pedirle a Estados Unidos que incluya la causa Amia en su diálogo con Irán, revela la inconsistencia de la política exterior argentina. Por si necesitáramos mayores pruebas acerca de nuestra actual relación con el mundo, la rápida y casi brutal respuesta que el Departamento de Estado norteamericano dio la semana anterior a un pedido de la Cancillería argentina es de una contundencia inédita en el mundo diplomático. También es la mejor prueba de que los argentinos –o nuestros gobiernos– hemos conseguido generar un hartazgo que ya nadie disimula.



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