Pide un té sin teína. Dice que las infusiones le causan insomnio.
Lo suyo no fue meteórico, ni sonó como un pochoclo. Fue ladrillo sobre ladrillo, o bolo tras bolo televisivo, con cientos de rodajes de cine y horas vivas de teatro que sumaron matices a su rostro de actor. Hoy, a sus 44 años, Leo Sbaraglia disfruta del camino y del momento, y hasta se le anima al canto en la obra El territorio del poder, con la que está recorriendo el país. Mano a mano con un hombre que eligió en qué mundo vivir.
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