En la UNC, la tasa de deserción ronda el 63 por ciento, y no distingue pobres de ricos.
A pesar del ingreso irrestricto y del promocionado ascenso social, en las universidades públicas de la Argentina sólo el 17 por ciento de los alumnos proviene de hogares pobres. Ni qué hablar de cuántos de ellos logran, finalmente, graduarse.
En la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la tasa de deserción ronda el 63 por ciento, sin discriminar el origen de los que abandonan. Y eso que la Casa de Trejo está entre las universidades nacionales que mejor índice de graduación conserva.
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