domingo, 31 de agosto de 2014

Beca y esfuerzo, la clave de dos historias





–¿Me das tu dirección de correo electrónico?


–Te la doy, pero si es para una consulta urgente no te va a servir de mucho.


–¿Por qué?


–Porque no tengo computadora.


En pocos meses más, cuando termine de rendir y aprobar las cuatro materias que le faltan, Fabricio Suárez (22) se convertirá en abogado, en uno de los pocos –si es que hay alguno– que no tiene computadora.









Fabrizio y Almendra serán, en breve, los primeros estudiantes en completar sus carreras gracias a una ayuda económica de la UNC.









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