jueves, 28 de agosto de 2014

De Amicitia





Flavio Lo Presti






Solo, mirándome en el espejo, muchas veces siento que no me conozco, que como decía Borges en una reseña legendaria, soy “un caos de apariencias”, casi estrictamente nadie. Pero el misterio parece crecer cuando es otro al que estamos mirando. Cuando conocí a Hernán Arias, para resumir, yo creía (y por momentos él lo aparentaba) que era poco más que un tosco campesino venido a Córdoba desde San Francisco con la cándida expectativa de cultivarse.








En esta nueva entrega de la columna de Flavio Lo Presti, el escritor se refiere a Hernán Arias, quien acaba de publicar una nueva novela.









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