sábado, 2 de agosto de 2014

El niño que todos llevamos adentro





Si un alumnito de jardín pelea, en la libreta no dice que es un peleador sino una personita que hace “manejo excesivo de fuerza corporal impulsada hacia terceros”.








La figura poética de “el niño que todos llevamos dentro” será muy eficaz para ilustrar ciertos momentos en nuestra cómoda de los sentimientos, pero nos puede complicar la vida. En especial cuando la frase es un eufemismo para referirse a actitudes inmaduras que sobrevienen con frecuencia, y que pretendemos enaltecer al relacionarlas con remembranzas de un pasado puro y prístino.


Algunos hasta hacen culto de esa persistencia. Hay que cuidarse del anacronismo.









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