Hay que ser osado y paciente para elegir circular por el Centro de la ciudad de Córdoba. El tránsito empeora cada día y no se encuentra la cura para mitigar las colas interminables que se producen en la mayoría de las calles, sobre todo las estrechas. Diseñadas y construidas hace décadas, estas angostas arterias ya no resisten el desmedido crecimiento del parque automotor y el uso masivo de vehículos particulares, en detrimento del transporte público de pasajeros.
En las calles más angostas es imposible la circulación. En horarios pico, se avanza a paso de hombre. El municipio estudia volver a implementar vías selectivas.
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