El pasado 19 de julio se cumplió un año del asesinato del ingeniero mendocino Marcelo Arias (39), quien apareció flotando en el río Suquía, en pleno centro de la ciudad de Córdoba. Durante ese tiempo, junto al nulo avance de la investigación judicial, llamó la atención el silencio que mantuvo su familia, radicada en Mendoza al igual que las tres empresas vinculadas a la construcción y supervisión de cinco millonarios gasoductos en el interior cordobés, tareas en las que se desempeñaba Arias hasta el día de su muerte.
Habla la familia del ingeniero mendocino que apareció flotando en el Suquía. Estaba vinculado con las empresas que construyen y supervisan cinco millonarias obras gasíferas en Córdoba. Críticas al fiscal de la causa y anuncios de que buscarán nuevos abogados.
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