Empecemos por revisar las cosas buenas que puede llegar a tener trabajar con tu pareja.
* Muchas parejas que trabajan juntos destacan que, a la hora de hablar del trabajo, el otro ya sabe de lo que se le habla porque conoce personalmente de quién le habla y las características del trabajo y puede comprender mejor lo que el otro le cuenta.
* Si surge un eventual conflicto dentro del trabajo, aquel que trabaja con su pareja tendría un aliado seguro frente a dicho problema.
Los lugares de trabajo suelen generar oportunidades para conocer personas, conocidos, amigos y, por supuesto, ¡parejas! Las oficinas, los comercios, los colegios, etc. son lugares en donde, además de trabajar, la gente se conoce y muchas veces se pueden generar relaciones sentimentales… ¡Con lo bueno y lo malo que eso puede implicar!
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