El fiscal Raúl Garzón imputó a 17 policías, jefes de coche, que en la noche de los saqueos abandonaron las calles y se acuartelaron en barrio Cerveceros.
Los involucrados eran quienes definían las órdenes de los patrulleros que cesaron sus funciones y se dirigieron a la concentración.
La imputación es por dos delitos: "Aplicación indebida de caudales públicos" que prevé inhabilitación, en concurso ideal con "incumplimiento de los deberes de funcionario público" que contempla pena de multa.
El fiscal Raúl Garzón involucró ahora a los jefes de coches que actuaron la noche del 3 de diciembre y abandonaron las calles para acuartelarse. Además, involucró a tres mujeres, familiares de uniformados.
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