“Álvaro está muerto. Nosotros queremos saber quién lo mató”. Con esas palabras, Graciela Zarandón, tía del joven de 16 años asesinado el 8 de febrero de 2013 a manos de la Policía de Laboulaye en un confuso operativo del que participaron 13 efectivos, dijo ayer que esperaba que la Justicia realice una nueva investigación para hallar al asesino del adolescente.
El cabo Celi, único imputado por el crimen de Zarandón, fue absuelto ayer. Para la fiscalía de instrucción, no había dudas de que el proyectil salió de un arma policial.
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