La más que incómoda situación en que quedó el policía que oficiaba de chofer del intendente de Córdoba, Ramón Mestre, tras haber evadido un control policial y resultar detenido a la salida de un boliche el pasado sábado, registró ayer dos esperadas derivaciones administrativas.
Por un lado, la Municipalidad confirmó que dio de baja la prestación de servicios que tenía el agente Gregorio Carreras, afectado principalmente a la movilidad y acompañamiento del intendente.
El intendente le canceló el contrato como adicional a Gregorio Carreras. Negó que ese policía sea su custodi. El Tribunal de Conducta le quitó arma y credencial.
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