El canandiense David Freiheit quería tentar a una ardilla con su cámara GoPro y la dejó grabando, sobre el suelo. El animalito no lo pensó mucho: primero la observó co ncuriosidad pero luego finalmente tomó posesión.
La ardilla no tuvo mejor idea que llevársela arriba del suelo. Hasta se dio el lujo de enfocar al dueño y hacer otros paneos, pero se cansó ¡y la tiró! Por fortuna para David, residente en Montreal, la cámara quedó intacta.
El curioso episodio le ocurrió a un canadiense en Montreal.
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