Mundo El obispo de la diócesis chilena de Osorno, Juan Barros, asumió hoy en medio protestas y de una gran polémica por las acusaciones en su contra como cercano colaborador del sacerdote Fernando Karadima, hallado culpable por el Vaticano de abusos deshonestos y condenado a una vida de oración y penitencia. Barros soportó estoicamente durante toda su accidentada eucaristía la protesta de cientos de personas que se apostaron en las afueras de la Catedral San Mateo de Osorno y de otros tantos que lograron ingresar hasta el templo donde le gritaron en todo momento "pedófilo" y "fuera". Agencia EFE Juan Barros, asumió en medio protestas y de una gran polémica por las acusaciones en su contra como cercano colaborador del sacerdote Fernando Karadima, hallado culpable por el Vaticano de abusos deshonestos y condenado a una vida de oración y penitencia.
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