La educación sexual en la escuela demanda muchos, quizá demasiados recursos de formación docente, inexistentes hoy. Y esa es una consecuencia natural del hecho de que a casi la totalidad de los adultos nunca se nos revelaron conocimientos que permanecían tapados bajo el pesado bloque del tabú sexual.
Ni padres, ni abuelos se atrevieron a pensar en lo necesario, y más aún bueno y sano, que hubiera sido saber sobre los misterios de la vida, ocultos tras mitificaciones de cigüeñas o repollos y otros cuentos cuya intención era ocultar el tan pecaminoso acto del amor.
Las autoridades educativas actuales, sin poder escapar al fracaso de algunos intentos de impartir la educación sexual, optan por lo más expeditivo: instruir sobre métodos anticonceptivos.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1kgG899