Acodada en el balcón del cuarto del Hotel Sheraton Iguazú, se observa el impresionante salto de 80 metros de alto denominado Garganta del Diablo. Su estrepitosa caída, cuyo sonido se expande a los cuatro vientos, provoca una niebla que es atravesada por vencejos (pájaros oscuros, parecidos a las golondrinas, con patas cortas y fuertes) que se tiran a los distintos saltos y atraviesan el torrente para alcanzar la pared de roca detrás de la cortina de agua, donde tienen su hábitat.
Los efectos del sol muchas veces forman el arco iris en el torrente y ahí los espectadores enmudecen.
Los efectos del sol muchas veces forman el arco iris en el torrente y ahí los espectadores enmudecen.
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