sábado, 15 de noviembre de 2014

El secundario, una emoción definitiva





En estos días de noviembre habrá chicos que podrán contarles a sus padres cómo es la rara emoción de terminar el secundario.








En estos días de noviembre que pasan montados sobre un giro más de esta calesita llamada Tierra, los ánimos comienzan a estremecerse de sensaciones de final.


Si se ponen bajo el ojo de las miradas más generales y distantes, es posible que las imágenes de la película aparezcan, al fin, sólo como una repetición de las cosas del vivir. Pero para muchas historias individuales son instantes originales, únicos en el tránsito por la vida.









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